domingo, 1 de enero de 2012

Chapter VII: Minnesota

Minnesota es un estado al norte del país que hace frontera con Canadá y los estados de Wisconsin, Iowa y Norte y Sur Dakota. Su clima extremo contrasta con la moderación de los habitantes de Minnesota. El estado es conocido por su política de moderada a progresiva, por sus políticas sociales y por su alta participación cívica en temas políticos. Figura entre los estados más sanos, y cuenta con una de las poblaciones más educadas y alfabetizadas.
Para aquellos que estéis un poco perdidos, al llegar a Dayton estaba un poco preocupada por dónde  y con quién iba a estar en Navidades. Mi prima Natalia, cuando tenía 14 años vivió en Minnesota con una familia. Sus padres americanos se llamaban (y se llaman) Mike y Kate y durante esos meses, entablaron una relación tan estrecha que 16 años después sigo considerándola como una hija. Natalia siente lo mismo hacia ellos y cuando supo que me iba a Estados Unidos un año, no dudó ni un segundo y me ofreció visitarles siempre que quisiera. Estos días con ellos han sido inolvidables. He tenido mucho tiempo para pensar en todo. Constantemente oímos de gente mala, nos pasamos la vida criticando y hablando de aquellos que no nos gustan, que nos incomodan. Pues yo estoy aquí hoy para hablar de seres humanos extraordinarios dispuesto a ofrecer todo lo que tienen, a compartir, a enseñar y aprender. Ahora entiendo un poquito mejor como se sintió Natalia cuando estuvo por aquí y el vínculo tan especial que se formó entre ellos.
Una vez en tierras gélidas (-3ºC) cogí una especie de microautobús (aquí los llaman shuttles) que me llevó a la gasolinera donde me recogió Kate. Ya eran las ocho y media de la noche. Justo antes de llegar a casa, Kate paró el coche y me hizo bajar; quería que contemplase las estrellas ya que el cielo estaba despejado y además estábamos alejadas de toda civilización, sin farolas que dificultasen la visión. “Bienvenida al comienzo de una semana que promete mucho” me dije a mí misma mientras buscaba la Osa Mayor.
Antes de llegar a Minnesota, Kate me había mandado un correo electrónico con un planning de todo lo que íbamos a hacer esa semana. Para el 23 estaba como primer orden del día decorar la pequeña casita que Kate y Mike construyeron hace más de 10 años con adornos de Navidad. Es verde y rosa y su nombre es Pink and White Lady's Slipper en honor a la flor estatal. La cabina quedó lista para el disfrute de los nietos que irán llegando a lo largo de la semana que viene para pasar unos días con sus abuelos y que disfrutan infinito de este lugar.
Antes de continuar, creo que es importante que os cuente que el pronóstico del tiempo para estos días era de NO  nieve y vosotros pensaréis que eso es algo bueno. Sin embargo, viajar a Minnesota en invierno y no ver ni disfrutar de la nieve, es como ir a las Bahamas en julio y no bañarse en sus playas paradisíacas...¡Un contratiempo! El jueves 23, me desperté por la mañana, miré por la ventana y cual fue mi sorpresa al contemplar que el campo se estaba empezando a cubrir de un manto blanco y que no paraban de caer copos. Estuvo nevando todo el día. Yo lo considero mi regalo de Navidad.
Por la tarde, hicimos algunos recados en Willow River, la pequeña aldea a la que pertenece la casa de Mike y Kate. La imagen es de América profunda: un tienda de ultramarinos, correos, un par de bares y nieve, mucha nieve. Después de cenar, fui al cine y la anécdota, la cuenta el hecho de que las películas se proyectan en un teatro, como los cines antiguos. Un gusto.
Uno de los aprendizajes de este viaje ha sido saber adaptarse a un medio al que no estaba acostumbrada y a lo largo de estos capítulos, os iré mostrando esos actos que para los habitantes de Minnesota son innatos y que yo jamás me paré a pensar en ellos. Un primer ejemplo, para que vayáis entrando en materia, cuando nieva una máquina supersónica que no sólo retira la nieve del asfalto, sino que también tiene dos brazos para la nieve que se acumula a los lados.
Ingenua de mí, me fui a la cama completamente inconsciente y sin saber lo que me esperaba al día siguiente. 

3 comentarios:

  1. Ya te lo dije, cada uno recibe a las personas que merece. Me alegro de que hayas (re)encontrado a una gente tan buena ^^
    Estoy expectante por tus historias de Nochevieja...Ah, sigue mirando las estrellas, qe son las mismas para ambas =)
    Feliz Año Nuevo
    (L)

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  2. Estas segura que esto también estaba incluido en el Pak-Erasmus-basic? A mi me parece que vas de extra en super-extra.
    Si no fuera por lo que te echamos en falta en Nochevieja, pensaría que yo que tú no volvía. Hasta me parece que nevó en tu honor!
    Nosotros tuvimos la suerte de conocer a Mike y Kate, hace unos años cuando vinieron a La Rioja a visitar a Natalia y la verdad es que es una pareja que se hacer querer.
    Una suerte que Natalia nos los descubriera!.
    Abrazos!

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  3. Qué lástima, cómo me gustaría conocer a Mike y Kate. Vaya suerte que Natalia te lo pusiera tan a tu alcance. Por lo que describes el viaje a Minnesota ha sido precioso. Leerte da envidia al mismo tiempo que alegría de que puedas vivir esas experiencias y sobre todo de que les saques tanto partido, ( como diría pintxobilbaino entre lo que disfrutas y lo que lo albardas...el resultado es perfecto)

    Te deseamos muy pero que muy FELIZ AÑO NUEVO

    Mil besos

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